El aura, nuestro arco iris energético

El aura es un campo electromagnético multicolor que envuelve y penetra a todos los seres y a todos los objetos.
Desde hace siglos para ciertas personas ha sido fácil percibir el aura, no hay más que ver los cuadros religiosos que destacan los halos de luz alrededor de los santos, pero todos estamos capacitados para ver nuestra propia aura y el aura de los demás seres humanos, plantas, animales o cosas. De forma ovalada, el aura alimenta al cuerpo y lo protege.

El aura consta de varias capas de material energético, que van cambiando de color según nuestro estado anímico, de salud o de carácter. Algunas auras son relativamente pequeñas y no irradian más allá del cuerpo y otras se extienden a metros del cuerpo, esto generalmente tiene que ver con el desarrollo espiritual de la persona. Una persona enferma, que se sienta amenazada o a disgusto, contrae su aura inconscientemente y ésta se presenta débil y pequeña.

Se han llevado a cabo muchas investigaciones en relación al aura y se sabe que las radiaciones mas potentes emanan de las yemas de los dedos, sobre todo de la mano derecha, independientemente de si eres surdo o diestro.

Existen siete capas del aura y a medida que se expanden hacia afuera se vuelven más tenues, finas y difíciles de percibir a simple vista. Según el autor, a estas bandas se las denomina con diferentes nombres.

La capa más próxima al cuerpo es la que más fácilmente se visualiza, pues es más densa e intensa y representa el estado en que se encuentra nuestro cuerpo físico y se expande durante el sueño. La segunda banda esta relacionada con las emociones, las cuales pueden aparecen en forma de nubes coloreadas. Los procesos mentales están conectados con la tercera banda del aura y cuanto más intensos sean estos, mas nítida será su coloración. Las demás capas están relacionadas con el amor y con el espíritu y son más complicadas de visualizar.   

Además de ver el aura, también puedes sentirla, para esto lo mejor es empezar con las manos ya que estas contienen centros de energía, (chakras menores), que se activan fácilmente. También son especialmente sensibles los chakras menores localizados en los pies y en las rodillas.

Practica este ejercicio y juega con la energía de tu aura

Sin ninguna prisa ni nada que pueda perturbar tus pensamientos, siéntate tranquilamente en un lugar cómodo y relájate respirando profundamente desde el diafragma. Junta las manos y separalas entre si unos cinco centímetros. Con los ojos cerrados concéntrate en el calor, hormigueo o cualquier otra sensación que experimentes entre las palmas.  Lentamente separa las manos un poco y vuelve a llevarlas a su posición original.  Pon toda tu atención en las sensaciones y vuelve a separar y juntar las manos cada vez un poco más rápidamente. Estarás jugando con una bola de energía.

No te desanimes si no logras resultados inmediatos, para esto hace falta practica, persistencia y paciencia. Lo más importante es que cuando practiques estés totalmente relajado a nivel mental, sin preocuparte por nada. Sigue a tu intuición y prueba en diferentes sitios o condiciones hasta lograr tu objetivo.

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