Una amplia variedad de reputados médicos, investigadores y encuestadores han estudiado y publicado alrededor del mundo, las increíbles experiencias y testimonios de personas que han estado clínicamente muertas y han regresado milagrosamente a la vida y aún hoy en día, siguen los doctores como 'limpiando sobre lo limpio'.
El primer libro en tocar la posibilidad de una existencia después de morir, lo escribió el Doctor Raymond Moody en 1975. Su obra titulada 'Vida después de la vida', documenta con ciento cincuenta casos a sujetos que habían estado clínicamente muertos en el hospital donde trabajaba. Moody averiguó que solo una doctora había investigado estos temas, Elizabeth Kübler-Ross, la cual redactó el prólogo de su libro.
La doctora Kübler-Ross, ya fallecida, honoris causa en aproximadamente dieciocho universidades, era una eminencia indiscutida en el campo de la tanatología. Sus numerosos libros han sido traducidos en el mundo entero. En una entrevista a un periodista declaró, 'Tras muchos años acompañando a moribundos e investigando no creo en la vida después de la muerte, lo sé. Sé que la vida no termina con la muerte. Eso es todo. No es creer en algo, es saberlo'.
Tras la edición de 'Vida después de la vida,' siguieron entre otros muchos libros, 'Beyond death´s door', (a las puertas de la muerte), publicado por el medico militar y cardiólogo, doctor Maurice Rawlings. 'Recollections of death' publicado también por un cardiólogo, el doctor Michael Sabom, etcétera, pero uno de los casos más fascinantes es el del pediatra Melvin Morse, narrado en su libro 'Closer to light, 1990'. (Más cerca de la luz).
En su libro Morse relata la extraordinaria historia de Krystel Merzlock, una niña de siete años que permaneció sin signo cardíaco y sin oxigeno en el cerebro ¡durante casi veinte minutos! En otras palabras estuvo muerta por ese periodo de tiempo. El doctor Morse recuerda, 'Krystel llego a urgencias en una camilla, se había caído en una piscina y se había ahogado. Pensé que no tenía ninguna posibilidad, finalmente pudimos recuperarla y todavía me pregunto como'. La niña no recordaba nada del accidente, solo que se había sentido muy bien.
'La paciente, (Krystel) dice que estaba en un túnel, todo era muy negro y tenía miedo, no podía caminar. Una mujer llamada Elizabeth apareció y el túnel se ilumino mucho...Caminaron juntas hasta el cielo. La niña dijo, 'el cielo era estupendo. Estaba lleno de luz y había muchas flores'... Dijo que se encontró con mucha gente, incluidos sus abuelos fallecidos...y dos adultos que esperaban renacer... Le preguntaron si quería volver a la tierra y ella dijo que no. Entonces Elizabeth le pregunto si quería ver a su madre. Dijo que si y despertó en el hospital.
El doctor Morse recuerda: 'Había tenido que introducir un pequeño catéter en una de sus arterias para medir el indice de oxigeno en sangre...Esta intervención es tan delicada como sangrienta...Tres días más tarde cuando Krystel estaba totalmente recuperada me contó como me había visto meter un tubo por su nariz, aquello me dejo de piedra. Describió a los médicos, los aparatos y lo que decíamos en la sala de operaciones.
'La paciente, (Krystel) dice que estaba en un túnel, todo era muy negro y tenía miedo, no podía caminar. Una mujer llamada Elizabeth apareció y el túnel se ilumino mucho...Caminaron juntas hasta el cielo. La niña dijo, 'el cielo era estupendo. Estaba lleno de luz y había muchas flores'... Dijo que se encontró con mucha gente, incluidos sus abuelos fallecidos...y dos adultos que esperaban renacer... Le preguntaron si quería volver a la tierra y ella dijo que no. Entonces Elizabeth le pregunto si quería ver a su madre. Dijo que si y despertó en el hospital.
El doctor Morse recuerda: 'Había tenido que introducir un pequeño catéter en una de sus arterias para medir el indice de oxigeno en sangre...Esta intervención es tan delicada como sangrienta...Tres días más tarde cuando Krystel estaba totalmente recuperada me contó como me había visto meter un tubo por su nariz, aquello me dejo de piedra. Describió a los médicos, los aparatos y lo que decíamos en la sala de operaciones.
La psicóloga británica Margot Grey incluye en su libro 'Regreso de la Muerte', (Return from Death, 1985), el testimonio de uno de los sujetos de estudio. El paciente relata su profunda vivencia en el túnel de la muerte. 'Durante mi experiencia, advertí todo lo que había pasado y todo lo que iba a pasar, me mostraron todas mis vidas pasadas y las que iba a vivir en el futuro. Pero sólo para hacerme comprender que nada estaba por completo decidido y que todo depende del modo como utilicemos nuestro libre albedrío y que los acontecimientos predestinados pueden cambiarse o modificarse únicamente con nuestra reacción frente a esos acontecimientos'.
Muchos cirujanos quedan pasmados. ¿Como un hombre de campo o un niño de cuatro años que nunca han visto una sala de operaciones pueden describir con precisión las distintas fases de la intervención y de la reanimación como si fuesen estudiantes de medicina?
La mayoría de los sujetos estudiados:
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Muchos cirujanos quedan pasmados. ¿Como un hombre de campo o un niño de cuatro años que nunca han visto una sala de operaciones pueden describir con precisión las distintas fases de la intervención y de la reanimación como si fuesen estudiantes de medicina?
La mayoría de los sujetos estudiados:
- Dicen haber sentido serenidad y amor incondicional.
- Han salido del cuerpo físico y ven lo que ocurre a su alrededor.
- Son aspirados por una especie de túnel donde perciben a familiares fallecidos o seres de luz. (La comunicación es siempre telepática)
- Ven una luz muy brillante.
- Ya no les asusta la muerte
Otros afirmaban:
- No poder expresar con palabras lo que habían vivido
- Que habían revivido su vida hasta en pequeños detalles
- Chocaban con una especie de frontera o barrera que les impedía ir más allá.
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ResponderEliminarLa situación es la siguiente: alguien dice que hay vida después de la muerte; pero también hay otro que dice que la muerte es el fin, como les sucede a los animales.
Nosotros somos animales, pero con el 'yo' desarrollado. ¿Qué sucede a una golondrina que muere atropellada por un coche? Muere, ¿no es verdad? ¿Por qué somos tan pretenciosos, presunciosos, sin saber nada?
Sin la nada, ¿puede haber un acabar definitivamente para que todo comience? El ‘yo’ que es el que recuerda, coteja, contrasta en cada encarnación no existe. De manera que nadie es nadie con respecto de lo que fue. Y por eso la reencarnación, es una proyección mental, es la acción del ‘yo’, que es imaginación, miedo, búsqueda de seguridad por medio de los inventos y mentiras.
¿Por qué se resisten a ser nada, la nada? Nosotros seremos la nada, pero la vida con todo lo que nosotros vivimos otros la vivirán. Y así hasta el infinito o hasta cuando sea.
Y ahí hay una gran belleza, una extraordinaria belleza, porque es así como funciona la vida. Si alguien nunca hubiera visto antes como termina un día –con la oscuridad del atardecer, con la negritud de la noche-, se creería que es el fin, la nada. Sin saber que al cabo de unas horas todo empieza a comenzar, llegando la suave luz que precede al levantamiento del sol por el horizonte.
No pienso para nada como tú, pero gracias por exponer tus creencias. Un saludo Toni
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