El filósofo griego Epicuro apuntaba muy acertadamente: 'Aunque no eres dueño de tu mañana, sometes la dicha a dilación y tu vida se consume inútilmente en una espera y muchos de nosotros muere sin haber gozado de la quietud'.
Es una tontería 'perder el tiempo', pensando en acontecimientos del pasado o en temores del mañana, en vez de intentar sacar buen provecho a este momento, disfrutándolo y facilitando que sea lo más agradable posible. Nuestra existencia reside exclusivamente en este instante. Por lo general dejamos transcurrir con indiferencia muchos momentos agradables sin apreciarlos verdaderamente, sin casi percatarnos de ellos, con la mente en otra parte, impacientes por llegar a algún sitio indeterminado o rumiando lo que nos dijeron y lo que dijimos nosotros, lo que nos hicieron o dejaron de hacernos.
Casi siempre cuando pensamos nos movemos en el pasado o en el futuro, sin darnos cuenta de que el tiempo no es más que un eterno ahora. Cada mañana será un hoy y cada hoy será un ayer, lo que es ahora será pasado y lo que es futuro será presente. El futuro es siempre nuevo y la historia la está escribiendo momento a momento.
El tiempo no pasa, es estático y eterno, un perpetuo ahora. Las consciencias, los objetos y los escenarios cambian constantemente y son los que transitan por el espacio-tiempo.
Los sucesos, las personas y las cosas viven en nuestra memoria (ahora) y dependiendo de la intensidad de nuestros sentimientos siguen existiendo en el espacio y en el tiempo. Aunque parezca que hayan desaparecido, en el espacio se conservará la esencia y la vitalidad de los mismos. En nuestra imaginación (ahora) también podemos impresionar y dar energía a sucesos futuros en el tiempo, (el milagro de la materialización física).
Según nuestras reacciones emocionales el tiempo nos puede parecer más duradero o menos. Buda decía al respecto: 'La noche es larga para quién no encuentra el sueño y es largo el camino para quién está cansado'. Y preguntaba: '¿Cual es tu yo, el de hoy, el de ayer o el de mañana?' El tiempo parece detenerse cuando esperamos que suceda algo y 'pasa volando', cuando estamos entretenidos y concentrados.
Y Eckhart Tolle señala, 'No es cierto que haya muchos momentos. La vida es siempre ahora. Toda tu vida se despliega en este constante ahora. Hasta los momentos pasados o futuros existen sólo cuando tu los recuerdas o prevés y eso lo haces pensando en ellos en el único momento que existe: este...Confundimos el momento presente con lo que ocurre...El espacio del ahora se confunde con lo que ocurre en ese espacio'.
Quizás te guste leer, Mas allá de la juventud

El tiempo no pasa, es estático y eterno, un perpetuo ahora. Las consciencias, los objetos y los escenarios cambian constantemente y son los que transitan por el espacio-tiempo.
Los sucesos, las personas y las cosas viven en nuestra memoria (ahora) y dependiendo de la intensidad de nuestros sentimientos siguen existiendo en el espacio y en el tiempo. Aunque parezca que hayan desaparecido, en el espacio se conservará la esencia y la vitalidad de los mismos. En nuestra imaginación (ahora) también podemos impresionar y dar energía a sucesos futuros en el tiempo, (el milagro de la materialización física).
Según nuestras reacciones emocionales el tiempo nos puede parecer más duradero o menos. Buda decía al respecto: 'La noche es larga para quién no encuentra el sueño y es largo el camino para quién está cansado'. Y preguntaba: '¿Cual es tu yo, el de hoy, el de ayer o el de mañana?' El tiempo parece detenerse cuando esperamos que suceda algo y 'pasa volando', cuando estamos entretenidos y concentrados.
Y Eckhart Tolle señala, 'No es cierto que haya muchos momentos. La vida es siempre ahora. Toda tu vida se despliega en este constante ahora. Hasta los momentos pasados o futuros existen sólo cuando tu los recuerdas o prevés y eso lo haces pensando en ellos en el único momento que existe: este...Confundimos el momento presente con lo que ocurre...El espacio del ahora se confunde con lo que ocurre en ese espacio'.
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Por eso lo real, lo verdadero, la libertad, siempre es en el ahora. Si implicamos el tiempo, como llegaré, lo lograré, es cuando vivimos en la ilusión del tiempo psicológico. Porque no existe el tiempo psicológico, ya que la vida, la realidad, es tan rápida y activa que la mente no lo puede seguir, ni sus inventos que son el ego, el 'yo', el mañana, el futuro-.
ResponderEliminarGracias por comentar Toni. Seamos cocientes ahora. Un beso
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