Sobre la felicidad y la alegría



Felicidad y alegría


El entusiasmo y la alegria son los estados mentales que más deseamos, pues nos damos cuenta que nos benefician en todo instantáneamente. Cuando se presenten en tu vida, sin importar la manera en que se muestren, déjales entrar enseguida.
Recuerda a menudo esa sensación y solo recordando sentirás de nuevo la suave calidez en tu corazón de esos sentimientos. Predisponte a sentir alegría, y que nada disturbe tu decisión.

El que ríe mucho es feliz, sin importar si es joven o viejo, rico o pobre, guapo o feo. No necesitas de ningún motivo para ser una persona alegre, repite esta frase a menudo sin preguntarte si es verdad o no.  Si logras ser jovial y ligero, seras feliz. Tomate la vida como un juego, como una diversión, la vida no tiene porque ser tan seria.

Ambicionamos la felicidad, pero muchas veces mientras la perseguimos, no nos damos cuenta que nos empeñamos y nos esforzamos por seguir los dictados e indicaciones de la sociedad donde hemos crecido, lo que  la   familia  opina y  hasta lo que los anuncios publicitarios  nos señalan  sobre  que  hacer, ser  o tener para  ser  felices. Buscamos la felicidad pero  no sabemos donde está. Cada uno debemos descubrir por nosotros mismos lo que realmente  nos importa y nos  satisface. Somos totalmente capaces nosotros sólitos de construir nuestro destino y también podemos liberarnos de los conceptos, sistema de valores y creencias fabricadas por los  demás. Siempre es buena  idea preguntarse, sin interferencias  del mundo  exterior, el  porque hacemos, decimos u opinamos sobre ciertas cosas. 

Las cosas externas de las que extraemos alguna sensación de felicidad son inciertas, superficiales y transitorias, para sentirnos realmente contentos, es mejor no depender de ellas `por completo sino lo menos posible. No quieras recibirlo todo de fuera. La mayoría de la cosas que nos parecen extraordinarias y fascinantes son pura apariencia, suelen carecer de sustancia y de fondo. Busca mejor por ti mismo tus propias fuentes interiores de satisfacción. Goethe señala muy acertadamente: 'En todas las cosas, cada cual queda, en último extremo reducido a si mismo', y Aristóteles dijo, 'El hombre prudente no persigue el placer, sino la ausencia de dolor'.

No menosprecies lo que tienes y eres ahora, anhelando lo que crees que te falta. Generalmente lo que tenemos ahora es lo que antes habíamos deseado o en lo que habíamos concentrado nuestra energía y pensamientosMuchas veces sólo valoramos nuestras posesiones o como nos presentamos  ante  el  mundo  y no  vemos la riqueza  alojada en nuestro interior, sin embargo lo esencial es lo que nos acompaña en la soledad y eso nadie puede dártelo o quitártelo, eso es lo que tiene valor verdadero, lo que más nos debería importar.

No aceptes ninguna norma o dogma que te haga sentir desdichado, ni aceptes ninguna regla moral que te haga sentir culpable. No hay que aceptar nada que vaya en contra de nuestra naturaleza.

A veces cuando todo en nuestra vida fluye suavemente tal y como lo esperábamos, y de repente ocurre algo que no teníamos previsto o que no transcurre según nuestra intención, aunque sea algo relativamente sin importancia, por lo general nos concentramos solo en ese detalle, no dejamos de pensar en ese contratiempo y apartamos de nuestra mente todo lo demás, que probablemente sea de mayor importancia y esté evolucionando esplendidamente. Precisamente en esto último es en lo que deberíamos enfocar nuestros pensamientos y olvidar las pequeñas molestias o reducirlas, quitándoles importancia. 

Lo mismo da si es malo o bueno lo que experimentamos en la vida, esto no es tan decisivo, lo que es realmente esencial es la predisposición que tengamos al respecto, esto es primordial para nuestro bienestar, es nuestra manera de interpretar las cosas,  la manera en la que las engrandecemos o empequeñecemos lo que cuenta, nuestra manera de enfrentar los contratiempos o dificultades  es lo que marca la diferencia. 

Juzgamos demasiado de la felicidad por sus apariencias; la suponemos donde no se halla; la buscamos donde no puede estar...El contento verdadero, ni es alegre ni es bullicioso...Rousseau 

Quizás te guste leer: Los ángeles viven en la sonrisa



2 comentarios:

Multicursor