Hace mucho, mucho, muchísimo tiempo, cuando los estados de ánimo, las sensaciones y los sentimientos no tenían nada que hacer, pues aún ni las personas ni los animales andaban por el mundo, según parece sucedió esto que les voy a relatar:
Un día como otro cualquiera se fueron de paseo Alegría y Pasión, que se llevaban muy bien por cierto. En esto oyeron una voz, '¡Juguemos al escondite!', era Locura, 'si, si, juguemos, juguemos por favor.'
Amor, Deseo y Duda que andaban cerca oyeron el entusiasmo de Locura y se acercaron diciendo, 'si, mejor juguemos', porque sabían que era preferible seguir la corriente a Locura, que estaba como una cabra. Locura empezó a contar y todos se fueron a esconder.
Duda dudaba, '¿sera aquí, sera mejor más allá?, o quizás, puede que...' Hasta que Pasión la cogió de la mano, la tapó con su cuerpo y se escondió detrás de un gran arbusto. Alegría y Deseo saltando y riendo se ocultaron detrás de lo primero que vieron, que fue una piedra enorme. Al Amor esto del escondite le resultaba difícil, pues como ya se sabe, se supone que está en todas partes. Por fin vio un rosal con multitud de rosas, le pareció encantador y se atrincheró allí mismo.
'...Noventa y nueve y cien. ¡hay voy!' chilló Locura. Poco a poco fue encontrando a todos por medio de su intuición claro, menos a Amor. Como Locura estaba lunática perdida e impaciente por encontrar Amor, cogió un palo y empezó a golpear todo sin ni siquiera mirar. De repente se oyeron gritos y apareció Amor con los ojos hechos polvo.
'¿Que he hecho?', dijo Locura, 'Amor no quería herirte, haré cualquier cosa para lograr tu perdón, ¡cualquier cosa!'. Amor muy tranquilo le insinuó, 'solo se me ocurre que tu podrías guiarme, ya que no podré ver nunca más hacia donde voy.
Y así amigos es como Amor quedo ciego y camina siempre de la mano de Locura.
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