La salud es inherente al ser humano



Salud


Curemos nuestra mente y el cuerpo nos recompensará

Al igual que los pensamiento y las emociones no somos nosotros, la enfermedad tampoco lo es. La buena salud es el estado natural de nuestro ser.
Si estamos enfermos es que hay algún desequilibrio en nuestro cuerpo/mente y al percatarnos de él estaremos en disposición de arreglar las cosas. Se dice que 'si yo quiero, yo puedo', pero primero hay que querer.

En algunos casos las enfermedades son advertencias que nuestro organismo nos ofrece para alertarnos sobre desequilibrios emocionales o pensamientos erróneos y equivocados. Al sanar los efectos (enfermedades) no deseados mediante terapias destinadas a este fin, las avisos o alertas que nuestro cuerpo no brinda ya no serian necesarias y recuperaríamos nuestro bienestar natural.

Muchas veces aceptamos una dolencia como parte de nosotros mismos y no queremos desprendernos de ella, aunque nos resulte perjudicial. Aquí se crea un conflicto.  No deseamos la molestia o el dolor pero aceptamos el hecho como algo que nos pertenece, que forma parte de nuestra personalidad. 

Cualquier sensación intensa, sea placentera o desagradable hasta cierto punto estimula la consciencia, la energía en nuestro interior acepta todo estimulo como beneficioso, aunque el ego se resista al dolor. La sensación es una manera por la cual la conciencia se conoce a si misma, pero no distingue entre bueno o malo, sólo percibe la intensidad.

Básicamente nuestro cuerpo es saludable, sin embargo debido a nuestras falsas proyecciones sobre él, ponemos barreras a su apropiado funcionamiento. El cuerpo es sabio y tiene una gran capacidad para regenerarse continuamente, estate atento a lo que te comunica. La mente asimismo tiene un gran poder para alterar las funciones del cuerpo.

La enfermedad puede tener una finalidad y señalar algún desequilibrio interior o psíquico. Nuestro ser energético nos indica mediante los síntomas que debemos buscar algún conflicto en nuestra actitud mental, que existe algún bloqueo en un área en particular.  

En ocasiones el origen de la enfermedad está en nuestros estados mentales reprimidos, como la ira, la frustración, la ansiedad o algún otro sentimiento que no deseemos expresar. Cuando estas emociones afloran debemos darnos cuenta que están ahí, no tenerles miedo, las estamos sintiendo pero también sabemos que así como fluyen a través de nosotros, también así desaparecerán. No las retengas pero tampoco las reprimas, simplemente las dejamos ser, las observamos y las dejamos ir sin más. No niegues su existencia pero sé consciente de que ellas no eres tú. Simplemente las emociones y sensaciones van y vienen.  

Si estamos convencidos de que ciertos alimentos nos perjudicarán, así lo harán. Obviamente mientras menos contaminada esté la comida mejor nos sentará, pero el cuerpo puede asimilar y contrarrestar cualquier sustancia dañina por si mismo. Es cierta la cita bíblica: 'No nos hace tanto daño, lo que entra por nuestra boca como lo que de ella sale, pues del corazón procede'. 

Si creemos que el frió o las corrientes de aire nos causarán una gripe, así será. Si le prestamos demasiada atención a lo que médicos y personas en general nos cuentan sobre las enfermedades y sus síntomas corremos el riesgo de contraerlas. ¿Te preocupa mucho tu salud, estas siempre buscando algún síntoma? Trata de orientar tus pensamientos hacia otras cosas, como el trabajo, la lectura o hacia algo que necesite tu plena atención.  

Si no interferimos, la mente y el cuerpo conforman una unidad, que se regula, se cura y se limpia por si sola.  Me parece bastante acertado el consejo de Vicent Voiture,  'El secreto para una buena salud es que el cuerpo se agite y la mente repose'.

Y el filósofo Heráclito opinaba, 'El bien y el mal son uno. Los médicos cortan, queman, torturan de todos los modos y haciendo a los enfermos un bien que parece un mal, exigen una recompensa que casi no merecen'. Y también, 'La enfermedad hace agradable la salud, el hambre la saciedad, la fatiga el reposo'. 

Extracto de una conversación entre el doctor Breuer y Nietzsche del libro 'El día que Nietzcche lloró'.

Nietzsche.- 'Creo que me beneficio por mi problema de la vista. Desde hace años no puedo leer los pensamientos de otros pensadores. Así, separado de los demás, elaboro mis propios pensamientos...Escribo sólo a partir de mi propia experiencia... La enfermedad me ha emancipado, gracias a ella tuve que renunciar a mi cátedra en Basilea a causa de la enfermedad...Si todavía estuviera allí, viviría preocupado por defenderme de mis colegas...Y se me ocurre otra ventaja causada por la enfermedad...gracias a ella me dieron de baja en el ejercito...La enfermedad también me ha enfrentado a la realidad de la muerte...El sabor de la muerte en la boca me proporcionaba perspectiva y valor. Es el valor de ser yo mismo lo que importa'.

Doctor Breuer.- 'Estamos de acuerdo en que ya ha cosechado los mejores frutos de su enfermedad. Ahora, armado con la sabiduría y la perspectiva obtenidas gracias a la enfermedad, estoy seguro de que podrá trabajar mejor sin su interferencia. La enfermedad ya ha cumplido su misión...Puede que uno elija una enfermedad, depende de quien se trate. La psique no funciona como una entidad simple...Tal vez "yo" y mi cuerpo formen una conspiración en lo más hondo de mi mente'.

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2 comentarios:

  1. Te has olvidado que hemos de morir queramos o no. Y morir es por alguna inarmonía corporal o psíquica que se manifiesta en la enfermedad,

    A cada momento mueren y nacen millones de células. Los que mueren han de tener su motivo. Y un cuerpo, como una máquina, sin deterioro -enfermedad- siempre estaría funcionando, operando, viviendo.

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  2. Cuando nos cansamos, morimos para descansar y recuperarlos. No es necesario enfermar para poder ir a casa un ratito a descansar. Un beso Toni

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